De bailarina erótica a prostituta

Cuando hablamos de industria del sexo lo hacemos de un negocio muy grande que incluye a muchos otros negocios con algo en común: lo sexual como característica principal. La industria sexual va desde la fabricación de preservativos hasta el cine porno, pasando por la prostitución, sea o no legal en ese lugar. Incluso los cabarets y bares de pole dance se pueden incluir dentro de esta categoría, al ofrecer shows sensuales de desnudo entre sus principales atracciones. En Estados Unidos, por ejemplo, este tipo de alternativa es la más habitual, ya que la prostitución en sí está prohibida, salvo en el estado de Nevada. En la práctica, las chicas se pueden prostituir como en cualquier otro lugar del mundo, pero deben hacerlo al margen de la ley. Por eso muchas trabajan como meseras o como bailarinas topless, para luego conseguir clientes con los que disfrutar en un reservado. Para muchos, de hecho, la distinción entre prostituta y bailarina erótica es casi inexistente.

Es una discusión que todavía está ralentizando el auténtico debate en torno a la regularización de la prostitución. ¿Hasta dónde llega el concepto de prostitución? ¿Son prostitutas las acompañantes de lujo que no ofrecen servicios sexuales, pero sí compañía? ¿Lo son las bailarinas que se desnudan de forma sugerente y viven directamente del morbo sexual de su cuerpo, pero sin ofrecer tampoco esos servicios más explícitos? Está claro que hay todo tipo de opiniones en este sentido, y no se puede generalizar, pero necesitamos entender dónde colocar el límite de lo que significa prostitución. Porque si no lo hubiera, incluso aquellas chicas que hacen shows frente a la webcam, o sacan fotos para su Onlyfans, podrían ser consideradas prostitutas. En ocasiones, de hecho, una chica empieza simplemente como modelo de desnudo, pensando que no va a pasar de ahí, pero termina convirtiéndose en escort de lujo. Tal vez por el dinero, por la curiosidad o por las ganas que le provoca el vivir del sexo, y no solo de su imagen. En  este artículo vamos a profundizar en el camino que lleva a una bailarina erótica a convertirse en prostituta, algo cada vez más habitual.

Ocio nocturno en Colombia ¿cuáles son las mejores opciones?

Colombia es un país que sigue creciendo y actualizándose cada vez más, aunque es cierto que en este 2020, por culpa de la pandemia del Covid, la situación parece haberse detenido bastante, como en el resto del mundo. Esperamos así mismo que solo haya sido un paréntesis y que dentro de poco, los turistas sigan llegando a nuestro país como lo estaban haciendo en los últimos tiempos, a disfrutar de las playas del Caribe, de las preciosas ciudades colombianas, de la esencia misma de esta nación. De día, las opciones son infinitas, desde visitar monumentos y acudir a sitios emblemáticos, hasta realizar rutas por lugares más silvestres, en las montañas, en el campo, en pleno contacto con la naturaleza. Para reponer fuerzas, nada mejor que probar algún plato de la rica gastronomía colombiana, con platos deliciosos para los paladares más exquisitos.

Y de noche la fiesta sigue en cualquiera de los locales de moda en las grandes ciudades. Podemos encontrar tabernas y bares por todo el país, pero está claro que las grandes ciudades como Medellín, Bogotá, Cartagena o Cali son los epicentros del ocio nocturno, tanto en variedad como en cantidad de locales que podemos disfrutar. Por todo ello, y como la oferta es enorme, nosotros hemos decidido reunir en este artículo algunos de los mejores locales de estas principales ciudades colombianas, para exponer las mejores opciones a la hora de salir por la noche de fiesta y disfrutar de un buen baile, un ambiente tranquilo o algo mucho más íntimo. Si vienes a Colombia próximamente o ya estás aquí y quieres conocer qué se cuece en la vida nocturna del país, no dudes en seguir leyendo, porque te vamos a ofrecer un montón de opciones interesantes para que puedas disfrutar del ocio nocturno colombiano.

Pole Dance: una práctica deportiva que ha logrado eliminar muchos prejuicios

El pole dance ha sido relacionado durante mucho tiempo con los clubes de striptease y salas de fiesta, y es que, esta práctica oriental fue adaptada en Occidente con movimientos exóticos que le dieron estilo de show erótico, en el que las bailarinas usaban un poste vertical para realizar su actuación mientras se iban quitando la ropa. Este aspecto le otorgó una mala fama que hasta hace algunos años seguía arrastrando, pero las cosas están cambiando. Esta práctica tiene mucho más que ofrecer por lo que en la actualidad se ha querido desligar un poco de su origen.

Es por esto que se ha desligado de este concepto y se ha convertido en una práctica deportiva con un reconocimiento a nivel mundial. Así muchas personas se lo toman como un deporte o un hobby, llegando a ser parte de la oferta de muchos gimnasios. Esta actividad permite trabajar el cuerpo entero y pone a prueba la resistencia tanto de los brazos como de las piernas, además de que estimula la autoestima de quienes lo practican.