La sociedad colombiana ha avanzado mucho en los últimos años. La seguridad ha mejorado visiblemente en las calles y ya no resulta tan peligrosa la vida en Colombia, pero aún seguimos presenciando actividades que empañan estos progresos.
Una nueva práctica de captación de prostitutas preocupa especialmente a los padres colombianos. En las universidades más prestigiosas de Bogotá, han empezado a aparecer numerosos carteles en las que se ven a mujeres lindas con muy poca ropa acompañadas de un cartel que dice ‘se buscan muchachas bonitas’.
La intención no es otra que captar a mujeres de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años para convertirse en prepagos en Bogota, una profesión altamente retribuida y cada vez más extendida por todo el país, en donde aún a día de hoy sigue siendo totalmente lícito practicarlo.
La sutil captación de prepagos en Colombia
Convencer a una chica joven, hermosa y con estudios a convertirse en una prepago no es una tarea sencilla. Por este motivo, la forma que han encontrado los proxenetas para hacerlas entrar en el mundillo ha sido especialmente ingeniosa.
En los carteles cuentan que un ‘gringo’ ha llegado recién a Bogotá, a Medellín, a Cartagena o a cualquier otra ciudad importante de Colombia y está buscando algo de compañía. Afirman estar interesados en una amistad o incluso en una relación seria. Dicen que en ningún caso les obligarán a tener sexo con ellos y que podrán negarse en cualquier momento.
Sin embargo, la realidad luego es bien distinta y las mujeres acaban sintiéndose cada vez más presionadas para complacer los deseos de los catadores de prepagos que están dispuestos a pagar mareantes cifras por disfrutar de un rato de sexo con ellas.
El dinero, el principal atractivo
Las mujeres que acuden a la universidad buscan un futuro próspero para ellas en las que tener un trabajo digno con el que poder asegurarse una vida sin demasiadas complicaciones. Es por ello que, cuando se les pone en bandeja de plata un atajo que les permita generar mucho dinero en muy poco tiempo, muchas son las que caen en la tentación y acaban aceptando.
Algunas de las chicas que han caído en la prostitución siendo unas jóvenes inocentes y universitarias han afirmado que ‘una no se da cuenta de lo rápido que cambia todo. Apenas dices sí una vez y, cuando te quieres dar cuenta, ya eres una prepago más’.
Las prostitutas se sienten inseguras y desamparadas
Si bien hoy en día la prostitución no es penalizable, tampoco están protegidas por el estado y, fruto de ello, se producen numerosas escenas violentas y de intimidación de los clientes hacia las escorts que se sienten maltratadas y desamparadas, siendo cada vez más común los casos de asesinatos y malos tratos hacia este tipo de mujeres.
Es por ello que, en muchos casos, las chicas de compañía optan por guardar silencio a sus familiares, tratan de evitar en todo lo posible que se sepa a qué se dedican pues no desean preocupar a nadie, ni alejar a sus seres queridos quienes podrían no entender la decisión que han tomado.
Desde el 2017 existen las denominadas líneas seguras
Debido al aumento de los carteles que fomentan la prostitución en las universidades, la policía ha decidido tomar cartas en el asunto y ha creado las llamadas líneas seguras que consiste en un medio a través del cual los estudiantes pueden denunciar a las compañeras que hayan podido ser reclutadas.
Con ello, la policía espera poder tirar del hilo para llegar hasta los cabecillas de la red y poder desmantelar la trama. Según cuentan, las estudiantes más vulnerables son aquellas cuya familia tiene especial dificultad para pagar los estudios y que acaban aceptando pensando en que pronto podrán dejarlo para poder dedicarse exclusivamente a seguir con su carrera universitaria, sin embargo, una vez dentro, es muy difícil escapar.