El pole dance ha sido relacionado durante mucho tiempo con los clubes de striptease y salas de fiesta, y es que, esta práctica oriental fue adaptada en Occidente con movimientos exóticos que le dieron estilo de show erótico, en el que las bailarinas usaban un poste vertical para realizar su actuación mientras se iban quitando la ropa. Este aspecto le otorgó una mala fama que hasta hace algunos años seguía arrastrando, pero las cosas están cambiando. Esta práctica tiene mucho más que ofrecer por lo que en la actualidad se ha querido desligar un poco de su origen.
Es por esto que se ha desligado de este concepto y se ha convertido en una práctica deportiva con un reconocimiento a nivel mundial. Así muchas personas se lo toman como un deporte o un hobby, llegando a ser parte de la oferta de muchos gimnasios. Esta actividad permite trabajar el cuerpo entero y pone a prueba la resistencia tanto de los brazos como de las piernas, además de que estimula la autoestima de quienes lo practican.